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Beijing está aprovechando los dividendos de ser una potencia emergente con iniciativas políticas, económicas y culturales.

Por CAROLINA ÁLVAREZ PEÑAFIEL

Las Olimpíadas de 2008 en Beijing serán una gran oportunidad para que el mundo vea la realidad de un país que pasó años oculto tras un férreo hermetismo y que se ha convertido en una floreciente economía.Y para poder recibir en forma a los equipos de deportistas internacionales, a la prensa y a las otras visitas por los juegos, la capital china no sólo debió arreglar sus edificios y construir unos nuevos, sino que también intenta deshacerse de la contaminación, que muchos temen afecte a la salud de los atletas."La imagen china en el mundo solía ser muy negativa. El liderazgo se da cuenta de esto y está poniendo mucha atención en tratar de cambiar y de mejorar esta percepción", dijo a "El Mercurio" Shulong Chu, experto de la Brookings Institution, un centro de estudios en Washington.
Campañas ciudadanas.
La mayoría de estos esfuerzos han tenido éxito, y en Beijing se ven ahora edificios de los más famosos arquitectos, incluyendo un estadio en forma de nido.Después de la plantación de miles de árboles en la capital y otras iniciativas descontaminantes, los planes han conseguido grandes avances. Según datos citados por "The Washington Post", ahora los capitalinos gozan de más de 200 días de "cielo azul". Pero, los estándares de polución no son aún completamente aceptables, ya que ha sido imposible que la cantidad de hollín en el aire llegue a niveles internacionales aceptables.Mientras, el gobierno ha comenzado una serie de campañas para que sus ciudadanos se relacionen de la mejor forma con la gran masa de turistas que llegará en 2008. Entre las iniciativas de "comportamiento cívico" se cuenta una que enseña a hacer fila para conseguir boletos, subir a un bus, comprar comida o ir al banco."Creo que los chinos quieren usar las olimpíadas para tratar de mostrarse, y creo que también están viendo lo que pasó en las olimpíadas de Japón en 1964 y también en las olimpíadas en Corea del Sur (1988), que marcaron la llegada de esos países como potencias económicas", señaló a "El Mercurio" Adam Segal, analista del Council on Foreign Relations en Nueva York.El problema, comentó Segal, es que China no es tan abierta como lo eran esos países. El gobierno impone restricciones al libre acceso a la información, incluyendo a buscadores extranjeros en internet, como Google. Aunque anunciaron total libertad para la prensa, "es probable que los medios reportarán cosas que al gobierno chino no le van a gustar, como historias sobre desigualdad social o represión", añadió.Pero, más allá de las Olimpíadas, la renovación de la imagen de China también pasa por su política exterior.Un claro ejemplo de los esfuerzos de Beijing es la puesta en marcha de los "Institutos de Confucio" (en honor al famoso pensador, educador y filósofo chino), cuyo principal objetivo es promover lazos amistosos con otros países y mejorar el entendimiento del idioma y la cultura china en el exterior. Los centros tienen 45 sedes repartidas principalmente en universidades de 23 países alrededor de todo el mundo.
Rol activo
Por otra parte, el régimen chino ha demostrado su influencia política al ser anfitrión de las conversaciones sobre el plan nuclear de Norcorea. Según observadores, en este ámbito ha dejado atrás la actitud más pasiva que tuvo en décadas anteriores y ha pasado a un rol más activo, volviéndose un actor más asertivo en la escena internacional.Entre sus últimos esfuerzos, Beijing ha fortalecido sus vínculos con el otro gigante de su vecindario. De visita en Moscú a fines de marzo, el líder chino, Hu Jintao, y su anfitrión, Vladimir Putin, aseguraron que comparten una postura común sobre los grandes temas mundiales.Y mientras mantiene su influencia histórica en el Este asiático, el gobierno chino también ha puesto energías en profundizar sus lazos con Latinoamérica y África, a través de acuerdos comerciales gracias a su economía."No creo que sea el modelo chino lo que atraiga a la gente. Creo que China es un caso especial y su mayor presencia es porque su economía se hace cada vez más grande", aseguró Segal.

PROMESAS BEIJING dijo ayer que aplicará las sugerencias de la ONU sobre el cambio climático como "miembro responsable de la comunidad mundial".

Taken from El Mercurio de Santiago, Domingo 8 de abril, sección Internacional